La empatía es un valor fundamental en todas las sociedades, pues permite a las personas ponerse en el lugar de otras, entender su situación e intervenir con el propósito de ayudar desde una actitud respetuosa cuando la situación se presta para hacerlo.

 Es por eso que las escuelas promueven el desarrollo de proyectos sociales que ayuden a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

A propósito de ello, en esta oportunidad explicamos con más detalle en qué consisten los proyectos sociales, cuál es su importancia en la formación universitaria y cómo UNID, a través de su modelo educativo, toma acción en distintos contextos de intervención comunitaria.

¿Qué se entiende por proyectos de impacto social?

A diferencia de como ocurría en años pasados, actualmente se valora que las actividades de responsabilidad social se lleven a cabo con transparencia y una marcada orientación hacia los resultados.

De acuerdo con este nuevo paradigma, el impacto social se consigue al entender las causas que originan una cierta necesidad o problemática y se mide a través de resultados sostenibles.

Esto implica que, si por ejemplo, la situación que se aborda es el hambre en una comunidad, el proyecto de intervención debe tener como objetivo encontrar las causas que detonan la problemática y ofrecer soluciones a largo plazo, además de llevar alimento. 

Otro aspecto importante es que tanto los voluntarios como colaboradores, ya sean donadores o realizando otro tipo de aporte, puedan consultar las estadísticas y datos que se relacionen con el avance y resultados del proyecto.

Importancia de este tipo de proyectos en la formación académica universitaria

Al margen de la valoración que las universidades reciben por sus proyectos de responsabilidad social, la importancia de estos últimos radica en la oportunidad que representan para que, tanto estudiantes como profesores y directivos se involucren activamente en la solución de problemas que afectan a la comunidad, cultivando así una mayor empatía y ejercitando la creatividad para desarrollar proyectos innovadores.

Todo esto deriva en la congruencia con los valores institucionales como apoyar y tener fe, es decir, en el poder experimentarlos y llevarlos a la vida personal, más allá de conocerlos y mencionarlos cada tanto.

Nueva llamada a la acción

¿Cómo enriquecen valores institucionales el perfil de los estudiantes?

Para ser personas de éxito no basta una formación académica de excelencia, también es necesario llevar ese estándar a nuestro comportamiento como individuos, ya en lo público como en lo privado. 

En este sentido, los proyectos de intervención comunitaria fomentan el desarrollo de valores como el compromiso, la solidaridad y la honestidad, además de que ayudan a quienes participan a ser proactivos y trabajar en equipo.

Entre las características que destacan en el perfil de un estudiante socialmente comprometido, encontramos las siguientes:

  • Capacidad para identificar problemáticas y proponer soluciones viables desde el punto de vista técnico y social.

  • Capacidad para aplicar teorías, técnicas y estrategias en contextos de crisis reales.

  • Capacidad para evaluar la factibilidad técnica y económica de los proyectos o programas, así como para analizar los resultados obtenidos con base a los estándares establecidos al inicio del proyecto.

En UNID, los proyectos que nos permiten colaborar con la comunidad son parte de la vida estudiantil. Por ello, nos hemos comprometido a fondo con las causas que mencionamos a continuación:

  • Apoyo a personas en situación de pobreza y calle.

  • Organización de actividades recreativas y culturales para niños que nacen y viven en prisión.

  • Programa de inclusión en apoyo a personas con discapacidades físicas.

  • Cuidado ambiental.

Una buena educación no solo busca cimentar conocimientos teóricos. Por eso, en UNID nos enfocamos en promover la formación integral de nuestros estudiantes, ofreciendo una educación de calidad que incluya experiencias en proyectos sociales para beneficio de la comunidad.

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