Llevo seis años yendo de misiones, tres como misionera y tres de responsable de un equipo.  Mis últimas tres misiones han sido con la UNID.  Todos y cada uno de los años son diferentes y excepcionales.  Cada experiencia es única, conoces a nuevas personas, haces nuevas amigas, creas lazos y te acercas más a tu lado espiritual y a la Iglesia.

Realmente siempre he creído que uno va de misiones en el momento en que más lo necesita.  Es tal cual como un llamado que Dios nos hace para servir:  servirle a Él y al mundo que nos rodea.  Es un llamado para darnos cuenta que día con día nos estamos alejando de Dios y estamos olvidando que hay gente que necesita apoyo y que nosotros podemos hacer algo por ellos.

Ir de misiones siempre será de las mejores experiencias que haya tenido en la vida, porque te das cuenta que hay muchas personas buenas que están dispuestas a darte todo lo que ellos tienen y te enseñan que tú puedes hacer lo mismo; que no necesitas tener riquezas, terrenos o un montón de cosas materiales para ayudar a otros.  Porque si uno no está dispuesto a compartir lo que tiene con los demás, ninguna cosa material tendrá valor verdadero.

En todas las misiones he encontrado que el verdadero valor está en la familia, los amigos y las personas que te rodean y te quieren.  Realmente uno aprende a valorar todo lo que tiene y todo lo que, gracias a Dios, podemos disfrutar día con día.

 

Paty

UNID Tlalnepantla

20 años

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Patricia Francisco Martínez vive en Tlalnepantla, Estado de México, donde estudia el noveno cuatrimestre de la licenciatura en psicología organizacional en la UNID campus Tlalnepantla.  Así que está a punto de graduarse. Ha sido una de los 700 jóvenes misioneros de la UNID que en esta semana santa se fueron de misiones.  A Paty le gusta leer, oír música, escuchar a otros e irse de misiones…